La constitución, pacto social que da forma al Estado venezolano, enuncia los principios por los cuales se regirá la acción del Estado en todas las esferas y proclama quienes somos como pueblo, hoy en día es solo un libro frecuentado por los estudiantes de Derecho o Cs políticas, es solo un libro del que se habla pero no se lee y se le rinde el mismo respeto que a la ley de tránsito y los letreros de no pare.
Hoy en día la constitución es solo un libro en remate en las librerías, el libro que en medida nos hace quienes somos pasa desapercibido entre revistas Tendencia y OceanDrive, la realidad es que para el venezolano la constitución no representa algo vital, y fuera de los conflictos por cuestiones de tendencia política hay muy pocos que se han sentado a leer completa la constitución y se limitan a leer fragmentos sin contexto para justificar un ideal propio, la constitución dejo de ser un cimiento para la construcción del Estado y desarrollo de la población, para convertirse en un instrumento utilizado para dos cosas, la primera tenerlo en el bolsillo sacarla y agitarla, o para proclamar principios que no practicamos, en cualquiera de las dos formas de uso, ha perdido su propósito.
El texto que dio forma a todas las instituciones y nos define como Estado, es menos leído que la sección de economía de los diarios, esto puede deberse a muchos factores, quizás no nos inculcan que debemos conocer nuestra carta magna, quizás sencillamente solo tiene algún valor para los estudiantes de derecho o quizás no sabemos si quiera que existe tal cosa, también podría decirse que como se pasa más tiempo cambiando la constitución que siguiendo los principios de esta, la población puede no tener la concepción más acertada de esta y por ende no le da la importancia ni el respeto que amerita.
En años recientes ha habido un gran debate sobre principios constitucionales y ciertas acciones tomadas por los dirigentes, tenemos un Tribunal Supremo de Justicia que pasa más tiempo pronunciándose para excusar el cumplimiento de artículos de la Constitución que garantizando su cumplimiento, unos poderes que duermen y viven juntos, y una población que no le podría dar más lo mismo, me atrevería a decir incluso que de no ser por los choques de tendencias políticas y la hipérbole de ciertas acciones muchas personas no sabrían lo que decía la constitución sobre economía, forma de gobierno y la administración pública, y mucho menos los principios fundamentales de nuestro Estado que están en los primeros siete artículos.
Aunque nos encontramos una verdad incómoda, no la hace menos cierta el venezolano a través de los años ha olvidado los principios que convergieron para la formación de la nación y posteriormente la del Estado, y al parecer no tiene problema con ello, y eso es lo más preocupante el hecho de que al venezolano pueda llegarle a importar un bledo la constitución es alarmant sobre todo con la transición que se vive hoy en día y para el futuro en general, porque si el venezolano olvida aquello que lo hizo serlo entonces ¿Qué es?, la constitución es más que un libro polvoriento que nos leen desde pequeños o que tenemos en la biblioteca de nuestros hogares, son los fundamentos y directrices en los cuales se basa nuestra existencia como Estado y como pueblo, quizás sea tiempo de sacar ese libro del estante comenzar a leerlo e interiorizarlo quizás así comencemos a construir patria y país.